Casi lamento no haberte conocido
cuando era de día.
El sol abrasa
y mueve los corazones húmedos
hacia el vacío.
Una muerte
lentamente
extiende su sombra afable
entre tus piernas.
Escúchame esta vez
pues
casi lamento que sea de noche
y no pueda verte.
Detrás del mar
en el fondo de las montañas
yace un futuro
que no podré darte.
Casi lamento
haber vivido un día
un largo día
y noche
contigo.
Casi,
casi lamento que esta noche
llueva en tu corazón
lejano.