Cada día que muere aguarda,
como una tortura
planeada detrás de la esquina
como el día que llueve y
no quiere terminar de llorar
el alma.
A veces
a veces
los bosques son anchos
la sangre tan rala.
Bitácoras reunidas
Cada día que muere aguarda,
como una tortura
planeada detrás de la esquina
como el día que llueve y
no quiere terminar de llorar
el alma.
A veces
a veces
los bosques son anchos
la sangre tan rala.