¿Nos volveremos a ver?
Encontrar tu silueta y
desaparecer en las cenizas del día.
Habrá tiempo para todas las personas,
que conversan del arte y del almuerzo
y leen magazines en el sofá.
Habrá tiempo,
tiempo,
corregir las palabras de tus hijos.
Como una canción de cuna,
que todas las noches llama,
todo futuro es ineludible.
Habrá tiempo para ti otra vez,
y tu sutil y enojada silueta.
En noches infinitas
con alguien más,
o quizá soy yo,
escuchándote hablar
de las danzas y las zanahorias.
Es lo mismo, en el futuro
en que no nos volvimos a encontrar.
Habrá tiempo para regresar tu mirada
detrás de los corredores y soñar
con niños tranquilos libando tu vida,
escucharlos en una lengua extraña,
y sollozar.
Todo futuro es irredimible.
¿Y habrá tiempo para mí
y mi mirada en el tiempo?
¿Cruzar las puertas del rosedal
que tanto planeábamos ver,
pero al que nunca pudimos ir?
Porque no puede ser posible,
Hay que reclamar con voz en fuerza.
Que para todos hay vida,
pero que a veces
solo queda morir
en la puerta del
ineluctable
horno del tiempo.