Para escribir verso rimado
tan no hace falta talento,
haber nacido volteado,
ni aspirar el aire atento.
Para emanar voz oscura,
es menester diccionario,
folio arcano, entraña pura,
bastante de tiempo y horario
Para insuflar vida al ritmo,
busca entonar cada estrofa,
cabe intentar solo en prosa,
desarrollar un sentido.
Pero,
lo más importante,
no necesitas sufrir
ni esperar un genio.
Ni demandar elogios para
seguir escribiendo
canciones horrísonas
que la gente
en silencio lee.
Solo hace falta
tiempo,
matar las hadas,
la belleza,
y los días cálidos.
Es
mejor
escribir con hambre,
reír con tirria, rencor y rabia,
esperar que la carta fría
la entiendan todos.
Desde el fondo,
escribir
es
una carta que se burla de la luz
y de las flores.
Una carta que,
perdida,
reniega
de las frutas,
del amor y la ternura.
Una carta que se ríe de
la esperanza,
más aún,
de la vida
para abrir
nuevos sentidos
en los corazones.